Veréis, ayer, durante un entrenamiento de lujo en la Pulgosa dirigido nada menos que por Seve, mis zapatillas cumplieron 1000 km.
Fueron un regalo, de hecho, mi primer regalo del día del padre: Unas Adidas Response Stability Pro-Moderator. En sus primeros meses les metí mucha caña, pero pronto fueron sustituidas por otras debido a diversas causas. Sin embargo, siempre estuvieron ahí, y como digo ayer, tras dos años y medio de vida activa, rebasaron los 1000 km.
¿Y ahora qué? De momento las seguiré usando, pues la suela está en bastante buen estado y seguro que se les pueden sacar 100 o 200 km más, pero después, ¿qué hacer? Lo lógico es tirarlas (entiéndase aquí reciclarlas o donarlas), pero lo dicho, son las primeras, encima un regalo, y les tengo un cariño especial. Pero claro, si me pongo a guardar cosas, lo único que conseguiré será un trastero repleto de objetos inútiles que en cuanto me muera mis herederos tirarán al grito de "pero cuánta mierda guardaba el abuelo".
En fin, no sé qué haré, pero de momento quería darle este reconocimiento a mis queridas zapatillas...
Un poco perjudicadas, pero todavía cumpliendo...
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ResponderEliminarYo se lo que es eso Lazaro. A mi me paso lo mismo con mis primeras zapas de correr. Fueron un regalo, fueron las compañeras de mis primeros kilometros como runner, me acompañaron en mi primer gran reto "una Media Maraton" y fueron las que me acompañaron a cruzar la linea de meta en Albacete mientras brindaba emocionado la carrera a mi futuro hijo. Pues eso, que las tengo en el trastero guardadas en una caja ocupando hueco pero creo que conforme pasen los años cuando las vea me traeran grandes recuerdos.
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