lunes, 22 de enero de 2018

¡Un comienzo explosivo!

Este año el equipo de los Keniatas de Albacete tiene más miembros que nunca, y eso se nota en que en el primer fin de semana con competiciones oficiales la cosa se ha disparado.

La principal cita, por supuesto, era la primera prueba del Circuito Provincial de Carreras Populares de Albacete, es decir la Carrera Popular de Riópar, donde fueron nada menos que 10 keniatas, consiguiendo los primeros puntos por equipos y donde Nuria demostró que tras un fin de temporada 2017 relajado, ha vuelto dispuesta a acaparar podios como nadie.


Sin embargo, también muy conocida e importante era la Media Maratón de Santa Pola, que vio a la nada despreciable cantidad de 12 keniatas en sus calles, con dedicatoria del Villa (el speaker de la prueba) incluida.


Completaban este fin de semana idílico la prueba de orientación de Munera, el triatlón de La Manga y la prueba para las jóvenes promesas del club en Alborea (probablemente a lo largo y ancho del Universo hubiera más pruebas, pero estas son las que tenían presencia keniata. Que ya está bien tener keniatas nada menos que en 5 eventos diferentes el mismo día. Incluso algunas, aunque no fueron a ninguna carrera ese domingo, entrenaron por el parque).

Si la cosa se mantiene y el desgaste no hace mella, se augura un gran año keniata.

Nuria entrando a meta

viernes, 19 de enero de 2018

Fondo de pantalla keniata ¡GRATIS!

Dado que el número de keniatas es cada vez mayor, y que la implicación de los miembros también es cada vez más acusada, llega el momento de poder dejar claro dónde está tu corazón. Y aunqu algunos keniatas se han tatuado el logo, sabemos que muchos tenéis algo que valoráis más que vuestra propia piel, y por eso os hemos preparado un detallito que os permitirá anunciaros claramente como keniatas en ese elemento indispensable de vuestras vidas: vuestro móvil.
Por tanto, ahí va un fondo de pantalla que debería ser válido para cualquier smartphone actual. Y gratis, sin tener que mandar mensajes ni leches de esas.


domingo, 14 de enero de 2018

¡¡Comienza la temporada 2018 - Casas de Juan Núñez!!

Tras un tiempo en silencio (lo siento, me resulta imposible sacar tiempo; de todas formas recordad que lo que de verdad tiene movimiento es nuestro facebook), empieza un nuevo año y como siempre entre los propósitos para el año nuevo está el de intentar mantener este blog medianamente activo, así que vamos allá.

Después de, como siempre, correr la San Silvestre de Albacete de manera erótico festiva, y de unos entrenamientos de Año Nuevo que hicieron temblar más de un depósito de polvorones, llegaba el momento de la primera carrera "oficial" del año, la carrera benéfica de Casas de Juan Núñez (las primeras oficiales vendrán la semana que viene, con Riópar, Santa Pola, Munera...).

Henos aquí, dispuestos a todo en la San Silvestre 2017.

La cercanía de las mencionadas pruebas ha llevado a que cada cual haya centrado este fin de semana en un entrenamiento lo más adecuado a sus proyectos personales, por eso tras la cena de clausura del Circuito 2017, donde como siempre se entregaron los Óscar Keniatas (y se bebió mucho vino y cerveza), el domingo vio keniatas hacer una tirada de 16-17 km por la Pulgosa, ir a Chinchilla a empezar a entrenar cuestas y bajadas traileras, y en mi caso ir a una benéfica cortita para correr a tope ya que mi cita de la próxima semana es una prueba de orientación urbana donde tendré que ir al máximo si quiero estar en la pomada.

Anda que los premios keniatas de este año no molaban...

En fin, al grano, la prueba empezaba a las 12:00, pero resulta que lo que empezaba una serie de carreras, comenzando por la infantil, luego la juvenil, y finalmente la de adultos, así que con bastante frío e incluso un pequeño conato de nevada, allí que estuvimos animando a la chavalada para que pasadas las 12:20 se diera el pistoletazo de salida.

En la foto se ve claramente a los tres que finalmente ganarían, a saber Juancar, Lázaro Sesa y el chaval de la derecha de la foto que ahora mismo no me acuerdo del nombre, lo siento. A mí se me puede ver luciendo la camiseta oficial (aunque parece que voy de ninja (o de luto) detrás del grego (el de la camiseta roja).

En principio son dos vueltas para completar un total de 6 km, así que todos salimos bastante rapiditos (en parte también porque como digo hace frío, el suelo está mojado y de cuando en cuando caen algunas gotas, así que cuanto antes terminemos y nos pongamos la chaqueta, mejor), y el primer kilómetro me sale por debajo de 4. Decido relajarme un poco porque aunque quiero correr más o menos cerca de 4, la experiencia ya me ha demostrado que empezar muy fuerte no suele acabar bien, de manera que dejo que se escape el grupete de unos 10 corredores que han salido a saco y me quedo con el segundo grupete, de otros 10 más o menos, que vamos un poco menos a muerte, y en el que está la primera mujer (que de nuevo a la postre ganaría la categoría femenina).

El recorrido en sí tampoco tiene mucho que contar, un poco de callejeo y una breve salida a los alrededores por camino de tierra con un par de cuestas breves pero intensas que rompen bastante el ritmo. La cosa realmente chunga empieza al completar la primera vuelta, ya que cuando estamos terminando (en ese momento de aquel grupo de 10 ya solo quedamos unos 5 que incluso hemos adelantado a un par del grupo inicial de máquinas, que se han venido abajo) nos adelantan los tres primeros. 

Sí, sin coñas, en una vuelta de 3 km, corriendo casi a 4 resulta que antes del km 3 te doblan los primeros. Personalmente me hundo un poco, porque no dejo de darle al coco preguntándome cómo es posible, porque es que no es posible, tendrían que ir en moto, pero ahí están. La respuesta viene un poco más adelante, ya que a esos tres al llegar a la recta de meta los mandan en otra dirección, y a nosotros nos redirigen por un trayecto nuevo. Es decir, parece que es que la segunda vuelta será distinta. Vuelta al callejeo y pronto estamos en lo que ahora reconocemos como las últimas calles antes de la meta (sale que van a ser poco más de 4 km, pero igual es que han cambiado la segunda vuelta por lo tarde que se ha hecho o por el frío), por lo que empieza el pique y consigo escaparme con sólo otro chavalín siguiéndome. Esprinto si esperanzas porque la rapidez explosiva no es lo mío y aparte alguien de 20 años siempre va a tener un plus de potencia, y de hecho habría ganado el chaval si no fuera porque... resulta que esa segunda vuelta ha sido por un error del coche que iba dirigiendo, de manera que más o menos los 20 primeros hemos dado una mini vuelta extra de más o menos un kilómetro.

Es una cagada de la organización importante. Vale, es una benéfica, pero algunos salen a tope o con ciertas estrategias en mente, y en una tan corta como 6 km uno de más te trastoca bastante. De hecho, en hombres no ha pasado gran cosa porque los tres primeros eran notablemente superiores al resto, pero en mujeres la que iba primera, algo por detrás de mí, ha visto cómo de pronto le ha aparecido delante otra chica (y menos mal que al final de la carrera le ha adelantado, si no oficialmente la primera mujer en realidad habría entrado segunda por eso de que su carrera habría sido de 7 km cuando la de la otra de 6). Lo dicho, cagada épica.

Yo por mi parte entre el chasco de verme doblado y lo de encontrarme con 3 km extra cuando me había fundido bastante en lo que yo pensaba que era el sprint final pego un bajón importante, aunque afortunadamente parece que no soy el único que está en una situación parecida, y hasta el final de la carrera las posiciones más o menos se mantienen.

Tras la llegada a meta, algunos corredores se quejan y la concejala echa balones fuera diciendo que ha sido eso, un despiste del conductor-guía. El caso es que tras la cagada la cosa se arregla un poco con la chocolatada, incluso cuando te das cuenta de que mucha gente va con una bolsa y preguntas, resulta que, si lo pides (eso también es un tanto cutre, que no se dé el obsequio per se o se informe, que tengas que informarte tú y acercarte) te dan una bolsa de estas de cuerdas con una gorra "typical ruralis" (que, de nuevo cagada, se agotan y no hay para todos, esta vez la excusa es que apuntados vía web había apenas 40 personas y con la inscripción en directo la cosa ha superado los 100 participantes). En su defensa diré que si decías que tenías hijos te añadían unos caramelos.

Entrega de premios, y llegamos al sorteo, que de sorteo tenía poco pero que ha dejado a casi todo el mundo contento ya que según mi modesta observación la cosa era mirar quién estaba todavía por allí y decir su número (así han "llovido" cajas de huevos, de bizcochos, etc). Además, el speaker de 10 pero 10 10, un fenómeno en toda regla que ha amenizado la velada de forma realmente original.

Y, no lo olvidemos, la carrera era para apoyar la investigación contra el cáncer a través de ACEPAIN, que es aquí lo verdaderamente importante.


jueves, 20 de julio de 2017

¡Nuevo patrocinador, Ideas Medioambientales!

Los Keniatas de Albacete no sólo se hacen notar en las carreras por la mucha cerveza que beben, también han atendido en varias ocasiones a heridos o lesionados, y se sabe que colaboran activamente en el cuidado de la naturaleza durante las carreras y trails, razón por la que la empresa Ideas Medioambientales ha decidido apoyar económicamente al equipo para conseguir entre todos concienciar sobre la necesidad del cuidado de la naturaleza y medio ambiente.
Aquí tenéis por tanto las nuevas camisetas del equipo, que se usarán principalmente en las carreras trail pero que también se han visto en varias ocasiones en el circuito de carreras populares e incluso en el circuito de orientación:


jueves, 18 de mayo de 2017

Consejos para empezar a correr IV - Mantenimiento


Ahora que ya llevas un tiempo corriendo, es más que probable que en tu armario se puedan encontrar varias camisetas deportivas, alguna que otra malla o pantalón, varios calcetines, quizá un par de pares de zapatillas, y algún juguetito electrónico relacionado con el deporte. Ahora el objetivo es conseguir que te duren lo máximo posible.

Entre cumpleaños, Reyes Magos, aniversarios, etc, es posible que te haya caído algún regalito relacionado con el deporte, con lo que tu equipación seguramente esté bastante completa. Ahora bien, seguro que dicho equipamiento no te ha salido gratis, así que es más que probable que quieras alargar el periodo de vida de tu equipo todo lo posible. A ver cómo podemos conseguirlo.

Empecemos por lo básico: Las zapatillas. Seguramente ya lo hayas oído, pero si no, aquí va, las zapatillas de correr no, repetimos, NO se lavan. Son auténticas máquinas de ingeniería y por mucho que te apetezca tenerlas siempre relucientes puede ser peor el remedio que la enfermedad. Si acaso las tienes realmente hechas una lástima prueba con un lavado superficial con algún paño húmedo o una toallita de bebé (que parecen tener un efecto mágico en las prendas deportivas), pero ya, nada de meterlas en la lavadora.

También puede ser buena idea el quitarles de tanto en tanto las chinillas y piedrecitas que se quedan entre los dibujos de la suela, sobre todo si son relativamente grandes, para lo cual debería bastar cualquier herramienta casera tipo destornillador que tengas a mano.

Y vamos con la pregunta del millón: ¿Cuándo debo cambiar de zapatillas? ¿Cuánto me pueden aguantar? Pues aquí hay opiniones para todos los gustos. Si te vas a buscar información a las casas oficiales, a los 800 km ya deberías jubilarlas y adquirir otras, alguna marca en concreto incluso te dice que cambies a los 500 km, y raro será el sitio donde te digan que las aguantes más de 1000 km. Algunos corredores veteranos te comentarán que a varias de sus zapatillas les han sacado más de 1200 km, mientras que otro sector afirma no tener en cuenta el kilometraje, sino que simplemente cuando al utilizarlas les duelen las piernas de cualquier modo (ya sean las rodillas, los pies, algún músculo concreto de la pierna, etc) es cuando saben que ha llegado el momento de mirar en las estanterías de las tiendas deportivas. Sea como sea, todo el mundo parece coincidir en que las zapatillas no deben hacerse demasiado viejas ya que con los años la goma y otros materiales se van deteriorando (pero con los años, no te preocupes si te lesionas y tienes que estar 6 meses en el dique seco, que la mayoría de las zapatillas han pasado mucho más tiempo en un almacén), y en que el estado de la suela no debe ser un factor de decisión, ya que puede variar mucho según tu peso y velocidad media y además el aspecto externo no tiene por qué corresponderse con el interno (aparte de otras cosas como que es habitual que alguna de las suelas se desgaste más que su compañera, ya que no somos simétricos y por tanto no pisamos igual con ambos pies).


Terminado el tema del calzado, lo siguiente es la ropa. ¿A que no sabías que hay detergentes especiales para las prendas deportivas? Pues sí, son varias las marcas (incluso alguna de las denominadas “blancas”) que disponen entre su oferta de un producto específico para los tejidos artificiales de la ropa deportiva, de tal forma que combaten especialmente el olor a la vez que minimizan la deformación y pérdida de propiedades del producto. Además puedes ayudar con el programa adecuado de la lavadora, que viene indicado en las etiquetas de la ropa y que se puede resumir en un lavado corto, con agua fría y sin centrifugado. Obviamente este tipo de lavado te supone dos grandes problemas: El primero es que esta opción de la lavadora no es especialmente efectiva con las manchas, así que si por ejemplo te ha caído comida grasienta en una camiseta o tu sobrino ha decidido decorarla con un rotulador, quizá tengas que hacer un lavado más “tradicional”; y luego está el tema de tender ropa que está empapada (recordemos que no la hemos centrifugado), con los problemas que eso te puede generar con tus vecinos si vives en un bloque de pisos. Pero todo sea por alargar la vida y propiedades de tus prendas favoritas.

Y ya que estamos con el lavado, no olvidemos el planchado, que en realidad suele ser sencillo ya que la inmensa mayoría de prendas deportivas debido a las particularidades del tejido no es necesario plancharlas, pero si así fuera, recuerda que se debe planchar del revés y sin mucha temperatura si hay estampados que pretendas conservar.

Sólo quedaría el tema de los aparatos tecnológicos, normalmente algún reproductor de música, teléfono móvil o reloj GPS, y cuyo cuidado básicamente consiste en intentar mantenerlos lo más a salvo posible del sudor. En el caso de teléfonos móviles o reproductores, basta con asegurarse de que el bolsillo o funda para hombro no deja pasar la humedad o sudor (porque no, no todos lo hacen, son varios los modelos que cuando sacas tu móvil tiene la pantalla llena de gotitas). Para los relojes GPS, aunque en principio están pensados para aguantar el sudor, son muchos los veteranos que te dicen que cuanto más sudor les evites mejor, siendo esto tan sencillo como usar una muñequera y colocarte el reloj encima. Si también utilizas pulsómetro afianzado al pecho, aquí la cosa se complica, ya que lógicamente tiene que estar en contacto directo con la piel, pero si en cuanto termines la actividad te lo quitas e incluso lo secas un poco, seguro que te durará más que si no lo hicieras. Y si el reloj es de los modernos, de los que directamente te toma las pulsaciones él sin pulsómetro al pecho, pues obviamente nada de muñequera, a pelo y a ver cuánto aguanta.

Huelga decir que en los dispositivos electrónicos son válidos todos los consejos que seguramente ya conocerás sobre el mantenimiento de la batería de tu móvil o portátil, esto es, desconectar el cargador una vez la carga está completa, etc.

Con estas medidas básicas y alguna otra que se te ocurra, seguro que tu equipo resiste unas cuantas carreras más. ¡Aprovéchalo!

lunes, 13 de marzo de 2017

Consejos para empezar a correr III - Complementos


Vamos con la siguiente entrega de la sección para principiantes que en su día publicara en la revista Corricolari es correr. Ya hablamos de empezar simplemente por entrenar y estar en forma, y luego vimos cómo participar en una carrera, así que ahora toca explorar el mundo de los complementos que los aficionados a darle a la zapatilla tienen a su disposición.

COMPLEMENTOS

El otro día entrenando en el parque te fijaste en una chica que llevaba el móvil en el brazo, y en tu última carrera no pudiste evitar fijarte en ese tipo que cuando iba a tu lado sacó una especie de sobre y se lo echó a la boca. ¿Qué es todo eso? ¿Te puede ayudar? ¿Conoces los muchos complementos y gadgets que hay en el mundo del running y cómo aprovecharlos?

Eres todo un corredor, no tienes problemas en estar toda una hora corriendo, e incluso has participado en alguna que otra carrera. Ahora quieres ir un poco más allá, y para eso nada mejor que aprovechar las muchas ayudas que el mundo del running ofrece a sus adeptos.

Lo primero es lo primero: Tus piernas. Es de suponer que a estar alturas ya sabes si eres pronador, neutro o supinador, pues cuando fuiste a comprarte tus primeras zapatillas te harían la prueba. Si no fue así, hazlo sin falta, pues las zapatillas son, por motivos evidentes, lo principal en cualquier corredor. Y si la prueba sugiere que tienes por ejemplo una pronación superior a lo habitual, a lo que pueden corregir unas zapatillas correctoras de pronación estándar, que no te dé miedo ir a un podólogo a que te haga un estudio de la pisada y llegado el caso unas plantillas. Hay muchos donde elegir, y de un tiempo a esta parte están apareciendo también muchas clínicas especializadas. Quizá te tire un poco para atrás el tema económico, pero recuerda que estamos hablando de tu salud.

Entonces la ropa. De nuevo se supone que ya debes de saber qué te sienta mejor, qué prendas no te rozan, son ligeras, transpirables, etc, así que tampoco nos extenderemos mucho aquí, salvo para recordar una vez más que el objetivo no es estar guapo sino ir cómodo y no tener rozamientos ni heridas.

Y por supuesto todos los complementos “básicos”, es decir, gafas de sol, gorras, muñequeras, cintas para el pelo, orejeras, guantes, cortavientos... Puedes encontrar prácticamente cualquier accesorio que eches de menos a la hora de trotar, seguramente además especialmente adaptado para corredores.

Esta foto no tiene demasiada relación, pero la suficiente para ponerla y asegurarnos visitas.

Hasta aquí seguramente nada nuevo, pues hemos visto lo esencial, pero ahora llega el apasionante mundo de los complementos, extras y juguetitos. Y como lo principal es la salud vamos a empezar por los geles, bebidas y barritas que hay para los corredores. Si eres un corredor de los llamados “ocasionales” probablemente tengas suficiente con tu dieta habitual, pero si estás realizando algún entrenamiento intenso o vas a participar en alguna carrera especialmente larga y/o dura quizá te interese saber que hay toda una serie de productos para ayudar a tu cuerpo antes, durante y después del ejercicio.
Cuanto más artificial el color, más gusto nos da tomarnos los mejunjes, reconocedlo...


Empezaremos con los “pre” y “post”, productos que te tomas antes o después del ejercicio, y que van desde una simple bebida isotónica para recuperar líquido y sales después de la carrera hasta barritas con vitaminas y pre-bióticos pensados para que tus músculos se recuperen cuanto antes y tu cuerpo no se resienta demasiado. En principio no hay problema si no superas las dosis diarias recomendadas y si son de los que tomas antes del ejercicio lo haces con suficiente tiempo para haber realizado la digestión.

Vamos entonces con los que tomas durante el ejercicio en sí (normalmente una carrera), y que están en formato líquido, gelatinoso y sólido (este último con tantos fans como detractores porque no todo el mundo encaja bien un alimento sólido a medio correr). Básicamente son “chutes” de glucosa (el glúcido por excelencia en temas energéticos) aderezados con vitaminas y otras sustancias que ayudan a tu metabolismo. A veces también incluyen grandes cantidades de cafeína (de hecho, algunos corredores se limitan a tomarse una bebida energética). Tampoco son especialmente problemáticos mientras no se superen las cantidades recomendadas, aunque aquí hay que tener cierto cuidado y probarlos en condiciones controladas (es decir, no empezar justo en una carrera), ya que por un lado los productos azucarados igual que te dan un subidón cuando te los tomas te pueden dar un bajón cuando se pasa su efecto, y algunos otros, especialmente los que contienen cafeína, a veces dan unas enormes ganas de ir al baño (así que no te extrañes si en alguna carrera de pronto te encuentras a alguien agachado entre dos coches; ni tampoco lo juzgues muy severamente, que nunca se sabe cuándo te podría pasar a ti).

Puede que, si has participado en alguna carrera, hayas notado en la salida un cierto (a veces muy intenso) olor como a menta. Se debe las cremas de calentamiento, porque igual que hay productos para ingerir, también hay otros para aplicar (normalmente sobre las piernas), siendo los más utilizados los geles de calentamiento y enfriamiento. Su función es bastante evidente: los de calentamiento preparan el cuerpo para el ejercicio y los de enfriamiento ayudan a una mejor recuperación posterior. Como todo producto químico legal, no deberían dar problemas si se leen bien las instrucciones y se aplican correctamente.

Dejamos el apartado físico para pasar al tecnológico. Evidentemente cualquiera tiene un reloj para cronometrarse cuando corre, pero a partir de ahí hay un amplio abanico de posibilidades para explorar. Por seguir con el tema de la salud, una de las primeras cosas que deberías plantearte es un pulsómetro, normalmente una banda pectoral con un reloj enlazado que te mide las pulsaciones (aunque últimamente han aparecido muchos modelos que te controlan el ritmo simplemente con el reloj, sin banda pectoral), y que te será muy útil al principio para ver que no te estás pasando de rosca con el ejercicio, y luego para ir midiendo tu evolución conforme veas cómo mejoran tus umbrales aeróbico y anaeróbico o cómo a velocidades a las que antes superabas las 170 pulsaciones ahora te mantienes en unas estables 155.
Hoy estoy tontorrón con las fotos...

Y llegamos a uno de los productos estrella: El teléfono móvil. Dado que últimamente son ya casi más mini-ordenadores que teléfonos en sí, vienen con toda una serie de aplicaciones y utilidades que bien usados pueden mejorar enormemente tu experiencia deportiva. Para empezar, cualquier móvil que se precie lleva incorporado un reproductor de música, por lo que si te gusta correr escuchando tus canciones favoritas no necesitarás ningún tipo de reproductor, sólo tienes que ponerle unos auriculares a tu teléfono y tirar millas (sí, los reproductores de música normalmente son mucho más pequeños que un móvil, pero el teléfono ofrece además otras funcionalidades que no tiene un reproductor, empezando por lo de estar localizable o poder llamar ante una emergencia). Y luego está el tema del GPS. Hoy en día prácticamente cualquier móvil viene con esa funcionalidad, por lo que una de las principales bondades sería la de la geolocalización, ya que puedes medir la distancia recorrida. Si a esta utilidad le sumas alguna aplicación de asistencia deportiva, el resultado es inmejorable: Puedes medir el tiempo que tardas en recorrer las distancias, de manera que te indica la velocidad media y según la aplicación incluso la velocidad puntual, puedes ver y estudiar tus rutas, si le añades tus datos personales te hace una estimación de las calorías consumidas, te da estadísticas semanales o mensuales de los deportes practicados, si además tiene parte social puedes compartir tus entrenamientos o carreras con amigos o conocidos... En fin, es todo un universo que necesitaría varias páginas para ser analizado correctamente. Baste decir que hay aplicaciones de asistente deportivo para dar y tomar, la inmensa mayoría gratuitas, siendo ya cuestión de gusto personal elegir alguna. Lo mejor es probar y quedarte con la que más te convenza, o con la que más amigos tuyos utilicen (por ejemplo a mí me podéis encontrar en Endomondo (aunque desde que la compró Under Armour la han jodido bastante y me estoy pensando dejarla)).

Una aplicación deportiva te permite progresar mucho analizando tus datos y resultados. O  no...

Huelga decir que en el mundo del running lo más habitual es encontrar los dispositivos GPS en forma de reloj, normalmente también con un pulsómetro asociado, pues el móvil puede acabar siendo engorroso si corres en ciudad y quieres ser exacto, ya que en reloj es mucho más fácil darle a la pausa por ejemplo cuando estás en un semáforo, mientras que acceder al móvil a veces puede tardar más tiempo del que duraría la pausa en sí. Eso sí, estos dispositivos no suelen ser baratos.

La cosa terminaría con los elementos de sujeción, esto es, sujeta-móviles especiales para llevar en el hombro/brazo, bolsillos extra para guardar cosas, o cinturones porta-botellas para llevar el líquido incorporado en las carreras largas o en las que se prevea mucho calor.

Pero eso no es todo, sólo hemos hecho un somero repaso a lo más habitual. Para profundizar sólo tienes que pasarte por la sección específica de cualquier tienda, siendo probable que descubras cosas que ni te imaginabas que existían (bandas refractantes o luces para cuando corres de noche, clips especiales para sujetar el dorsal sin agujerear la camiseta, elementos para ayudar a superar lesiones, y un larguísimo etcétera).

Bien, ahora ya no puedes decir que no estás informado, ampliar tu experiencia deportiva ya sólo depende de ti.

martes, 14 de febrero de 2017

IX Carrera Popular de Villalgordo del Júcar


La previsión meteorológica anunciaba una tarde chunga, chunga, con frío, viento y lluvia, pero conforme el coche se acercaba a Villalgordo del Júcar el cielo no pintaba tan mal, y de hecho al final no hubo lluvia, sólo algo de viento y no demasiado frío.

Encaro esta prueba con sentimientos encontrados. Por un lado necesito volver a competir, ya que llevo meses sin hacerlo, y además necesito que me salga bien. Pero por otro estoy desanimado y llevo tiempo sin apenas poder entrenar. Aparte, poco antes de la prueba nos enteramos de la mala noticia: Nos fallan las rubias y como íbamos justitos no vamos a puntuar como equipo, qué se le va a hacer.

Esta prueba tiene trampa, son 9 kilómetros supuestamente llanos, así que mucha gente se la toma como un 10K rápido y sale a tope (y luego lo paga). Yo ya cometí ese error el año pasado, así que este año lo sé, y dado que no vamos a puntuar y que me sé poco entrenado, decido salir relativamente tranquilo y tratar de hacerla progresiva (por cierto, la carrera en sí es bastante chula). De hecho, incluso consigo hacer algo que llevo tiempo intentando: No miro mi tiempo del año anterior, así que esta vez no tendré la presión de saber lo que hice para tener que batirme a mí mismo. Como salga, salga.

Pero como no podía ser de otra forma, entre la cola y que para la típica meada de última hora me meto por calles raras y me pierdo, consigo encontrar la recta de salida cuando el Villa ya está diciendo que queda un minuto y que vamos a ser rigurosamente puntuales, así que el disparo me pilla cuando aún me estoy poniendo los guantes y ajustando el GPS, por lo que los primeros metros los hago bastante lento.

Salida tranquilita

De todas formas, eso no me viene mal, ya que acabo justo al lado de mi vecino Juan Moreno (Quien no corre vuela), quien corre más que yo pero que suele hacer las carreras progresivas, así que decido seguir su estela mientras pueda, de manera que los primeros kilómetros los hago a 4:10, y no debemos ir mal porque adelanto a Salva y a Juli del Quijote, que son corredores con los que últimamente estoy corriendo de igual a igual.

En el kilómetro 3 la cosa se empieza a torcer, ya que empieza la “cuesta”, así que aunque son sólo 50 metros de subida repartidos en un kilómetro, se nota, y el que la cosa pique para arriba hace bajar el ritmo. Juan se me va poco a poco, y veo también en la distancia a Miguel Ángel Escribano (Las Peñas), que también corre más que yo pero que viene de una lesión y que debería ser una referencia visual (de hecho, durante bastante rato me quedo en “tierra de nadie” entre dos grandes grupetes, sin conseguir alcanzar a los de delante, pero sin bajar ritmo y que me pillen los de atrás). Aquí empiezo a notar la falta de entrenamiento, pues si bien los primeros kilómetros he aguantado bien y he mantenido las pulsaciones por debajo de 170, ahora ya empiezo a superar esa cifra.

Afortunadamente, todo lo que se sube se tiene que bajar, y del kilómetro 5 al 6 corro a 4 y además recupero pulsaciones, aprovechando para quitarme los guantes y aligerarme en lo posible porque definitivamente la tarde no es tan fría como había previsto (o al menos eso me parece). Como esperaba, estoy bastante cansado, pero sólo quedan 3 kilómetros y tengo que aguantar.

Está siendo una carrera rara. Normalmente a partir del km 3-4 se suele establecer ya un grupo en el que prácticamente no hay cambios ni adelantamientos: Alguno que viene por detrás fuerte nos pasa y alguno que se hunde delante se queda, pero en general nos mantenemos los mismos en las mismas posiciones salvo como mucho el último kilómetro. Sin embargo esta vez el “grupo” de más o menos 10 que estamos a la vista nos vamos adelantando mutuamente. Te pasa uno que al siguiente kilómetro se queda, te pasan dos que al rato vuelves a pasar, y va todo como a base de acelerones y frenadas. Ya digo, no es lo que yo tengo como “normal” en las carreras, así que supongo que las navidades, el viento y los sube-baja de la prueba están pasando factura (a mí el primero).

Creando estilo...

Los últimos kilómetros los estoy haciendo a 4:15 (que a la larga será mi ritmo medio de carrera), así que entro en fase de “¿Qué necesidad? ¿Y qué pasa si bajas el ritmo, qué crimen cometes, a quién le va a importar?”, pero claro, me importa a mí, así que toca trabajo mental del bueno para conseguir mantener el ritmo.

Dicho trabajo mental sufre un severo varapalo cuando al empezar el último kilómetro meto mi típico cambio de ritmo animado porque ya queda poco, ya que el reloj me indica que voy a 180 pulsaciones, en teoría mi límite máximo, así que el pensar que me queda todo un kilómetro así me desanima un pelín, pero me digo a mí mismo que venga, que queda poco, que es como una serie, y que cuando vea la meta las piernas me llevarán solas.

No me llevan solas, y más porque el último medio kilómetro es cuesta arriba y además estoy yendo a 4. Tanto es así que incluso le pregunto a los que llevo detrás que si van a esprintar, y cuando Juan López del DSC Running me dice que no estoy a punto de dejarme llevar ante el poco probable cambio de posiciones. Pero cuando giro la última curva y veo la meta resurgen mis viejos vicios, y pienso que total para lo que queda, cada posición ganada es una victoria. Allá que voy.

El empezar “tranquilo” tiene ahora su recompensa, ya que consigo ponerme bastante rápido, tanto que adelanto una posición e incluso veo a lo lejos a Miguel Ángel Escribano, pero cuando adelanto una segunda posición pasa algo que me descentra: Cuando le he adelantado, se para a coger a su hijo/nieto para entrar con él de la mano. Una cosa es adelantar a uno que va esprintando o al menos manteniendo el ritmo, pero a alguien que se para no me hace gracia, no le estás ganando realmente. Sin embargo estamos ya al lado de la meta, y simplemente el no parar en seco me hace llegar, lo siento, José María López del 27 de Agosto. De hecho, el titubeo casi me cuesta la posición porque desde atrás venía un Grego con fuerza.

La carrera ha terminado, y aunque en ese momento estoy bastante jodido, cuando a los pocos minutos me recupero me alegro del esfuerzo realizado. Mucho más cuando unas horas más tarde, en casa, compruebo mi marca del año pasado y veo que me he batido a mí mismo en casi un minuto. Además, viendo las posiciones de la gente con la que más o menos suelo estar en las carreras, compruebo que efectivamente estoy algo bajo de forma pero no mucho. Justo la inyección de moral que necesitaba.

El resto del equipo también se porta: Álvaro y Luis demuestran que están en forma (aunque a Álvaro un “espontáneo” le hace perder unas posiciones en la recta de meta), y Carlos, Fernando y Nuria la hacen en grupo bastante tranquilos dado que venían todos de un largo periodo de inactividad. Incluso Isma la hace mejor de lo que él mismo decía. Un buen comienzo de temporada, puesto que los que corríamos hoy lo hacíamos creo que todos por primera vez este circuito.

 
Tenéis la clasificación general aquí.

Piscolabis, chocolatito caliente, cervecita (muy bien todo el aspecto logístico de Villalgordo, salvo quizá el colusco que había en la mesa de los dorsales entre el 400 y el 600), y ale, pa casa.

Al día siguiente toman el relevo los héroes de Bienservida, pero esa es otra historia.