miércoles, 11 de enero de 2017

Consejos para empezar a correr I - Primeros pasos

Tal como prometimos, vamos a ir publicando la sección de consejos para los que quieran empezar que ya publiqué hace unos años en la revista Corricolari es Correr, y dado que con el inicio del año mucha gente se habrá propuesto hacer ejercicio, parece el momento propicio para empezar.





PRIMEROS PASOS

Quieres correr. El motivo en realidad da igual (aunque suele ser por eso de estar en forma), el caso es que quieres correr. Pues nada, has llegado en el momento justo, ya que esto de correr es una de las actividades más en alza, de hecho, con perdón al pádel y con permiso del omnipresente fútbol, me atrevería a decir que es el deporte de moda, así que no podías haber elegido un momento mejor. Además, para qué vamos a engañarnos, es una afición barata, que la cosa no está para muchas fiestas.

Lo primero es lo primero, tienes que ver si te gusta, porque vale, proponérselo está muy bien y tal, pero si no te gusta poco a poco lo irás dejando hasta que un día ya ni te acuerdes, así que vamos a probar. Y para eso no necesitas gran cosa: Tus zapatillas de deporte, calcetines, un chándal o pantalón corto y una camiseta (o sudadera si hace frío). Busca un sitio más o menos adecuado (lo habitual es algún parque cercano) y ¡a correr!



¿Que te has cansado? ¿Y qué esperabas? Pero, ¿a que te sientes bien? Es normal, por un lado tu cuerpo ha liberado endorfinas (a estas alturas seguramente ya sabes que eso no es una palabrota sino algo bueno), y por otro has tenido tiempo para ti, para pensar en tus cosas, así que… ¿repetimos? Si la respuesta es que sí, pasemos al siguiente nivel. Si es que no, pues nada, prueba otra cosa y agradece que este intento no haya tenido un gran coste.

Si ves que la cosa te gusta, vamos a empezar a ponernos serios, y lo primero es adquirir material. No hace falta que sea demasiado caro, recuerda que aunque la primera experiencia estuvo bien, todavía tienes que ver si esto se va a convertir en una actividad regular o va a ser algo esporádico. Cualquier tienda de deportes o gran superficie tiene material más que de sobra, y aunque a veces verás precios que asustan, ya digo que salvo que tengas muy claro que vas a seguir en esto bastante (en cuyo caso sáltate esto y pasa al siguiente párrafo) puedes conseguir algo que no cueste demasiado (estamos hablando sobre todo de zapatillas, ya que para la ropa básicamente nos podemos apañar con lo que tenemos).

Aunque el tema de complementos y equipo lo trataremos a fondo en una futura ocasión, sí que hay que adelantar algunas cosas, y es que sería bueno que desde el principio tuvieses algún sistema de control y registro. Por supuesto, al nivel más básico basta con un reloj con cronómetro, pero dado que en los tiempos que corren prácticamente cualquier teléfono móvil viene con GPS integrado, es recomendable que lo uses acompañado de alguna aplicación de asistencia deportiva (hay muchísimas, la inmensa mayoría gratuitas y todas muy buenas y completas). De este modo además de registrar el tiempo que has estado corriendo también tendrás la distancia, el ritmo, las calorías aproximadas... Y si eres de los “bestias”, vendría muy bien que intentases conseguir algún dispositivo de control de las pulsaciones, para no pasarte demasiado. Para las primeras veces puedes pedírselo a algún amigo corredor, y ya si vas a seguir plantearte el conseguir uno propio (pueden conseguirse modelos básicos por unos 20 euros).

Cuando ya lleves lo suficiente como para saber que vas a estar enganchado bastante tiempo, será el momento de empezar a dedicarle dinero a tu afición. Lo sé, estamos en crisis, pero hay cosas que merecen la pena, y recuerda que esto es bueno para tu salud, así que vamos allá. Ya no te vale una gran superficie, ahora ya tienes que ir a una tienda especializada: Necesitas unas zapatillas diseñadas específicamente para correr (y aunque hay muchos modelos y precios, hazte a la idea de que es fácil que te tengas que gastar unos 90-100 euros).

Lo primero que te mirarán es la pisada, pues tienen que ver si eres pronador o supinador (o neutro, y no, no te estarán insultando, esos términos hacen referencia a en qué parte del pie apoyas la mayor parte del peso al pisar), y luego, dependiendo de a qué velocidad estés corriendo, de tu peso, tipo de superficie sobre la que sueles correr, etc, te recomendarán unos cuantos modelos de varias marcas para probar. Recuerda: Prima la comodidad, tu salud, que tus rodillas no sufran; si unas zapatillas te sientan como un guante, deben ser las elegidas aunque esas otras que te rozan un poco en el dedo te gusten más o hagan juego con tu equipación. Insisto: El objetivo no es estar guapo, es que estés cómodo y tu cuerpo no sufra (si resulta que las zapatillas que te van encima son las que hacen juego o con las que estás guapo pues mira qué bien, pero que sea un extra, no lo principal).

Por cierto, seguramente te habrás quedado un poco sorprendido cuando te han preguntado lo de la velocidad a la que corres, porque cuando tú ibas a decir “a X kilómetros por hora” el/la encargado te habrá dicho “¿a cuánto el kilómetro?”. Sí, por algún motivo que desconozco en esto de correr para ver las velocidades y ritmos se habla de tiempo en que se ha hecho el kilómetro, así que más vale que te acostumbres rápido a la terminología porque será la que use todo el mundo. Y aunque al principio asusta, verás cómo te habitúas enseguida. Para que vayas practicando, te adelanto que empezarás corriendo más o menos a 6 minutos el kilómetro, pronto entrenarás a 5:15 el km, al año te sentirás súper orgulloso de haber hecho una carrera de 10 kilómetros por debajo de 4:45 el km (y si alguna vez consigues correr a 3:00 el km, ganarás carreras).

Pero no sólo de zapatillas vive el corredor, aunque es cierto que es la parte más importante (y también la más cara, al fin y al cabo se ha innovado mucho en ese tema), así que estaría bien adquirir también algunas mallas, pantalón corto, camiseta y calcetines técnicos. Aquí de nuevo mi consejo es el de antes: Al principio modelos básicos, y ya si le vas dedicando horas y vas a más plantéate algo de mayor calidad (y precio). Aunque aquí ten en cuenta que si vas a apuntarte a carreras populares “oficiales” en la mayoría suelen regalar camiseta y otras cosas, con lo que puedes conseguir gran cantidad de fondo de armario simplemente corriendo (de hecho puede llegar a darse el caso de que acabes con tantas camisetas que ya no sepas qué hacer con ellas y en las carreras ya directamente las pidas de la talla de tu pareja, hijos, sobrinos, parientes, etc).

Por supuesto queda mucho camino por recorrer, tienes que compaginar el entrenamiento con el trabajo y la familia, has de ver cómo va eso de apuntarte a una carrera, intentar entrenar sobre varios tipos de superficie, profundizar en los complementos y asistentes de entrenamiento… pero de todo eso ya iremos hablando. De momento con esto basta y sobra para empezar a correr, que, recordemos, era tu objetivo inicial.


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