Tal como prometimos, vamos a ir publicando la sección de consejos para los que quieran empezar que ya publiqué hace unos años en la revista Corricolari es Correr, y dado que con el inicio del año mucha gente se habrá propuesto hacer ejercicio, parece el momento propicio para empezar.
PRIMEROS
PASOS
Quieres
correr. El motivo en realidad da igual (aunque suele ser por eso de
estar en forma), el caso es que quieres correr. Pues nada, has
llegado en el momento justo, ya que esto de correr es una de las
actividades más en alza, de hecho, con perdón al pádel y con
permiso del omnipresente fútbol, me atrevería a decir que es el
deporte de moda, así que no podías haber elegido un momento mejor.
Además, para qué vamos a engañarnos, es una afición barata, que
la cosa no está para muchas fiestas.
Lo
primero es lo primero, tienes que ver si te gusta, porque vale,
proponérselo está muy bien y tal, pero si no te gusta poco a poco
lo irás dejando hasta que un día ya ni te acuerdes, así que vamos
a probar. Y para eso no necesitas gran cosa: Tus zapatillas de
deporte, calcetines, un chándal o pantalón corto y una camiseta (o
sudadera si hace frío). Busca un sitio más o menos adecuado (lo
habitual es algún parque cercano) y ¡a correr!
¿Que
te has cansado? ¿Y qué esperabas? Pero, ¿a que te sientes bien? Es
normal, por un lado tu cuerpo ha liberado endorfinas (a estas alturas
seguramente ya sabes que eso no es una palabrota sino algo bueno), y
por otro has tenido tiempo para ti, para pensar en tus cosas, así
que… ¿repetimos? Si la respuesta es que sí, pasemos al siguiente
nivel. Si es que no, pues nada, prueba otra cosa y agradece que este
intento no haya tenido un
gran
coste.
Si
ves que la cosa te gusta, vamos a empezar a ponernos serios, y lo
primero es adquirir material. No hace falta que sea demasiado caro,
recuerda que aunque la primera experiencia estuvo bien, todavía
tienes que ver si esto se va a convertir en una actividad regular o
va a ser algo esporádico. Cualquier tienda de deportes o gran
superficie tiene material más que de sobra, y aunque a veces verás
precios que asustan, ya digo que salvo que tengas muy claro que vas a
seguir en esto bastante (en cuyo caso sáltate esto y pasa al
siguiente párrafo) puedes conseguir algo que no cueste demasiado
(estamos hablando sobre todo de zapatillas, ya que para la ropa
básicamente nos podemos apañar con lo que tenemos).
Aunque
el tema de complementos y equipo lo trataremos a fondo en una futura
ocasión, sí que hay que adelantar algunas cosas, y es
que
sería bueno que desde el principio tuvieses algún sistema de
control y registro. Por supuesto, al nivel más básico basta con un
reloj con cronómetro, pero dado que en los tiempos que corren
prácticamente cualquier teléfono móvil viene con GPS integrado, es
recomendable que lo uses acompañado de alguna aplicación de
asistencia deportiva (hay muchísimas, la inmensa mayoría gratuitas
y todas muy buenas y completas). De este modo además de registrar el
tiempo que has estado corriendo también tendrás la distancia, el
ritmo, las calorías aproximadas... Y
si eres de los “bestias”, vendría muy bien que intentases
conseguir algún dispositivo de control de las pulsaciones, para no
pasarte demasiado. Para las primeras veces puedes pedírselo a algún
amigo corredor, y ya si vas a seguir plantearte el conseguir uno
propio (pueden conseguirse modelos básicos por unos 20 euros).
Cuando
ya lleves lo suficiente como para saber que vas a estar enganchado
bastante tiempo, será el momento de empezar a dedicarle dinero a tu
afición. Lo sé, estamos en crisis, pero hay cosas que merecen la
pena, y recuerda que esto es bueno para tu salud, así que vamos
allá. Ya no te vale una gran superficie, ahora ya tienes que ir a
una tienda especializada: Necesitas unas zapatillas diseñadas
específicamente para correr (y aunque hay muchos modelos y precios,
hazte a la idea de que
es fácil que te tengas que gastar unos
90-100 euros).
Lo
primero que te mirarán es la pisada, pues tienen que ver si eres
pronador o supinador (o neutro, y no, no te estarán insultando, esos
términos hacen referencia a en qué parte del pie apoyas la mayor
parte del peso al pisar), y luego, dependiendo de a qué velocidad
estés corriendo, de tu peso, tipo de superficie sobre la que sueles
correr, etc, te recomendarán unos cuantos modelos de varias marcas
para probar. Recuerda: Prima la comodidad, tu salud, que tus rodillas
no sufran; si unas zapatillas te sientan como un guante, deben ser
las elegidas aunque esas otras que te rozan un poco en el dedo te
gusten más o hagan juego con tu equipación. Insisto: El objetivo no
es estar guapo, es que estés cómodo y tu cuerpo no sufra (si
resulta que las zapatillas que te van encima son las que hacen juego
o con las que estás guapo pues mira qué bien, pero que sea un
extra, no lo principal).
Por
cierto, seguramente te habrás quedado un poco sorprendido cuando te
han preguntado lo de la velocidad a la que corres, porque cuando tú
ibas a decir “a X kilómetros por hora” el/la encargado te habrá
dicho “¿a cuánto el kilómetro?”. Sí, por algún motivo que
desconozco en esto de correr para ver las velocidades y ritmos se
habla de tiempo en que se ha hecho el kilómetro, así que más vale
que te acostumbres rápido a la terminología porque será la que use
todo el mundo. Y aunque al principio asusta, verás cómo te habitúas
enseguida. Para que vayas practicando, te adelanto que empezarás
corriendo más o menos a 6 minutos el kilómetro, pronto entrenarás
a 5:15 el km, al año te sentirás súper orgulloso de haber hecho
una carrera de 10 kilómetros por
debajo de
4:45
el km (y
si alguna vez consigues correr a 3:00
el km, ganarás carreras).
Pero
no sólo de zapatillas vive el corredor, aunque es cierto que es la
parte más importante (y también la más cara, al fin y al cabo se
ha innovado mucho en ese tema), así que estaría bien adquirir
también algunas mallas, pantalón corto, camiseta y calcetines
técnicos. Aquí de nuevo mi consejo es el de antes: Al principio
modelos básicos, y ya si le vas dedicando horas y vas a más
plantéate algo de mayor calidad (y precio). Aunque aquí ten en
cuenta que si vas a apuntarte a carreras populares
“oficiales” en la mayoría suelen regalar camiseta y otras cosas,
con lo que puedes conseguir gran cantidad de fondo
de armario
simplemente corriendo (de hecho puede llegar a darse el caso de que
acabes con tantas camisetas que ya no sepas qué hacer con ellas y en
las carreras ya directamente las pidas de la talla de tu pareja,
hijos, sobrinos, parientes, etc).
Por
supuesto queda mucho camino por recorrer, tienes que compaginar el
entrenamiento con el trabajo y la familia, has de ver cómo va eso de
apuntarte a una carrera, intentar entrenar sobre varios tipos de
superficie, profundizar en los complementos y asistentes de
entrenamiento… pero de todo eso ya iremos hablando. De momento con
esto basta y sobra para empezar a correr, que, recordemos, era tu
objetivo inicial.
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