domingo, 28 de abril de 2013

Madrigueras 2013 (o "una carrera rápida")


Pensaba contar mi primera (y única) experiencia corriendo una maratón para animar a mis compis maratonianos, que últimamente cada vez que leen una crónica de una primera maratón se lo hacen encima, pero finalmente creo que no es una buena idea, este es su momento, son ellos los que tienen que ser protagonistas y contar su propia experiencia.

Así que para compensar escribiré la crónica de Madrigueras apenas unas horas después de realizarse la misma. Además y para que el Rayo esté contento la haré más “keniata” aprovechando que esta vez salía desde bastante atrás que de costumbre y me ha dado tiempo a compartir carrera con bastante gente. Eso sí, a ver cómo me las apaño para meter alguna imagen...

Edición posterior (ahora ya hay fotos): Esta carrera venía con un aliciente extra...

Bueno, pues allá vamos. Llegaba a Madrigueras contento por mi buen resultado en Valdeganga pero con algo de miedo porque son ya varias las carreras seguidas que he hecho, y aparte esta semana no pude entrenar, así que mi objetivo era correrla más o menos a 5 (un poco menos, en realidad), y si al final me veía fuerte tirar.

Así las cosas, resulta que Alberto Rey y JuanRa de DosQuince tienen más o menos la misma idea, por lo que los localizo y en cuanto suena el disparo de salida me voy con ellos. Por cierto que pese a las previsiones hace un día bastante bueno, sin sol pero sin llover, una temperatura razonable y casi sin viento... vamos, que la previsión me ha engañado y llevo más ropa de la que parece recomendable. En fin, tampoco es la primera vez que corro con ropa de más, sobreviviré.

La carrera empieza rápida, de hecho vamos a 4:45, pese a lo cual no deja de adelantarnos gente (al final volveré a este curioso hecho de la rapidez global de la carrera). Pero no nos dejamos atrapar por la dinámica general y seguimos a nuestro chano chano (aunque bueno, un chano chano de 4:40, que se dice pronto). Sin embargo con el km 4 empiezan las zonas de subida, y como las pulsaciones acompañan y me veo fuerte me despido de mis compis y tiro.

Las zonas de subida son por tierra, y no puedo dejar de mencionar el breve trozo en el que literalmente atravesamos un sembrado. Como suena. Luego ya seguimos por camino, pero lo del sembrado es digno de ver. Además en esa zona consigo superar a Isa.

Tengo en todo momento a la vista al Rayo y a Ramonchu, y como aunque en teoría vaya tranquilo no puedo arriesgarme a quedar detrás del Rayo allá que voy a pillarlos. Eso sí, la subida se nota y los kilómetros 4 y 5 los hago a 4:54 (aun así voy bien para mi idea original, así que no hay problema).

Pillo al Rayo y a Ramonchu al acabar la tierra y empezar otra vez el asfalto, que como además es cuesta abajo me permite ir a 4:30. Además hacemos grupo también con Katherine y su marido José. Tras un ratillo en ese mini-pelotón decido tirar otro poco y me despego, aunque no demasiado y en cada curva veo que me están echando el aliento en la nuca.

Según mis cálculos el siguiente tiene que ser Mancebo (y más habiendo visto las últimas carreras de Macu, Pepito y demás), así que me fijo como objetivo pillarlo. Sin embargo pese a volver a ritmos de 4:45 al único keniata que veo es a Tato haciendo fotos a diestro y siniestro, a Mancebo no consigo verlo en el horizonte, y eso que ya he completado la primera vuelta. Ya estoy pensando en abandonar mi objetivo cuando de pronto veo que viene por detrás. Y no precisamente despacio. Lo espero un poco con la esperanza de alamparme a él y que me vaya llevando, pero está muy fuerte y tras un rato con él me empieza a dejar atrás (poco después de que José Luis, de Chinchilla, nos pase como una exhalación pues antes iba acompañando a su esposa).

Afortunadamente para mí al llegar a las zonas de subida Mancebo baja el ritmo (o bien yo lo subo, no lo sé, ya que estos dos kilómetros que en la primera vuelta hice en 4:54 esta vez los hago en 5:05), de manera que lo llevo a la vista y me sirve de referencia. Por detrás veo que Ramonchu y el Rayo siguen ahí, aunque se van quedando poco a poco.

Este ratillo en solitario me permite fijarme en los sonidos de la carrera, algo que ya había notado y sobre lo que quizá escriba alguna vez (las cadencias, las respiraciones, la pesadez de los pasos...).

A lo tonto a lo tonto estoy terminando las zonas de subida, y las pulsaciones siguen sin ir mal del todo. Además, voy rápido pero noto que podría apretar, de manera que cuando volvemos al asfalto decido pillar a Mancebo (para llegar a la meta de la mano, no soy yo de los de dar hachazos), y en cuanto pasamos el cartel del km 13 aprieto pero bien.

Voy por debajo de 4:30, pero no consigo ganar posiciones. Al fin y al cabo, el resto de corredores también sabe que queda poco y están apretando igual que yo. Pero no me rindo, y poniéndome pequeñas metas como superar a tal o cual corredor de cara a mejorar en la clasificación por equipos (algo que ya practiqué con éxito en Valdeganga adelantando a algún Acero Sport) me pongo a apretar y adelantar a Chinchillas con la esperanza de ganarles algún puntejo (en vano, los Chinchillas han metido a sus ocho corredores mucho antes de llegar yo a meta), de manera que el último kilómetro lo hago realmente rápido.

Ahora por fin sí estoy ganando posiciones, y animado emprendo un esprint cuando todavía queda medio kilómetro, y pese a que yo no soy demasiado explosivo ni rápido voy adelantando puestos y por fin acercándome a Mancebo.

Pero la meta está en su sitio y no algunos metros más allá como a mí me hubiera gustado dada mi progresión, y aunque lo he intentado no he conseguido pillar a Mancebo, que entra en meta 5 segundos antes que yo (tampoco es que sea una deshonra, está muy fuerte y son ya varias las carreras en las que hemos hecho tiempos parecidos, así que se perfila como un posible compañero de penurias).

He completado la carrera en menos de 1:15, un señor tiempazo (he destrozado mi marca en esta carrera) y más teniendo en cuenta que el objetivo era bajar de 1:20. Sin embargo, como he dicho antes ha resultado ser una carrera muy rápida en general, y con ese tiempo y una media de 4:40 el km he llegado en la posición 298. ¿Buena o mala? Pues teniendo en cuenta que a meta han llegado un total de 645 corredores significa que con ese ritmo, que sería hacer una media maratón por debajo de 1:40, apenas sí he conseguido estar en la primera mitad del pelotón, y eso teniendo en cuenta que en las últimas posiciones hay mucho local que ha corrido la carrera de su pueblo al trote gorrinero (y que obviamente no son habituales del circuito). Como decía al principio, algo francamente curioso. O la peña está muy fuerte o ha pasado algo raro en esta carrera.

Pero la carrera ha terminado y ahora llega la hora de la recompensa: Como hemos llegado más de 10 a la meta tenemos un jamón y vino en el piscolabis, así que allá que vamos. Además mis compañeros demuestran estar más que a la altura: Mancebo se ha traído vasos de cristal para el vino, Cerni el cuchillo jamonero... vamos, que la cosa está a un nivel alto alto.

No hay bien ni mal que cien años dure, y la cosa termina, así que vuelta a casa y listos. Tengo las piernas bastante tocadas y si fuera listo descansaría, pero la siguiente es Casas de Lázaro y por motivos obvios no puedo dejar de correrla, pero tras eso sí que prometo descansar hasta Almansa.

Ahora a dar ánimos a nuestros compis maratonianos.


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