Llegó La Roda, una de las Medias
Maratones más rápidas, y una a la que yo le tenía muchas ganas ya
que prácticamente corro en casa. Además vengo de batir una de mis
marcas personales, estoy de moral a tope.
Sin embargo, las sensaciones no eran
todo lo buenas que debieran: Venía poco entrenado, venía de pegarme
un carrerón bestial la semana anterior (que vale, me dio mucha
moral, pero también me dejó las piernas al límite), había tenido
un pinchazo en la rodilla el día anterior... Aun así, es La Roda, y
además iba a haber un montón de gente conocida, sobre todo
Keniatas, especialmente el Presi con el que podría hacer la coña de
la revancha de Villarrobledo, así que ahí que voy.
Llego para comer, como con tiempo, y me
voy a por el dorsal, llegando de los primeros y pudiendo elegir no
sólo talla de camiseta sino también color (sí, había tres colores
a elegir: Azul claro, azul oscuro y morado). Allí me encuentro a Eco
que va a pegarse unos cuantos kilómetros antes de correr la media,
que faltan 3 semanas para su maratón y es el momento de la famosa
tirada larga de 31 km.
Vuelvo a casa de mis suegros y... me
sobra mucho tiempo, así que me echo la siesta con idea de levantarme
a las 17 para calentar un rato y tirar hacia la salida. Sin ser
consciente de si he llegado a dormirme o no, abro un ojo y miro el
reloj: Son las 17:20. Me levanto como alma que lleva el diablo, me
cambio y salgo a todo trapo. Son las 17:30 y estoy saliendo de casa.
Genial.
De casa de mis suegros hasta la salida
hay más o menos un kilómetro (lo he calculado antes cuando he ido a
por el dorsal), y voy a toda pastilla, según mi GPS a 4 el
kilómetro, y aunque la carrera empieza un pelín más tarde, para
cuando encaro la larga avenida me encuentro con que de frente viene
todo el mogollón.
Entre risas, chanzas y comentarios, me
voy cruzando con todo el pelotón hasta que finalmente llego a una
salida en la que hace rato que ha cruzado ha salido el último
corredor. He perdido 2 minutos y 6 segundos. Viva yo.
Si fuera listo, daría la carrera por
perdida y me limitaría a correr disfrutando, pero como soy
gilipollas, me imagino que no sólo puedo remontar sino que así mi
gloria será mayor. Claro, y luego es cuando llueven billetes de 500
euros, pero de verdad que en esos momentos piensas tonterías así.
Además con el aturullamiento se me
olvida resetear el GPS, así que los datos de la carrera no van a ser
tan precisos como siempre, ya que si bien sé que hasta empezar he
recorrido más o menos un kilómetro, no sé exactamente la distancia
y no puedo hablar con exactitud.
Empiezo “follao” con la adrenalina
a tope y el cabreo de haber llegado tarde cuando lo tenía todo a
huevo. Lógicamente, empezando a 4:30 no tardo no en recuperar, y
para la primera rotonda del final de la avenida, esa en la que se da
la vuelta, no sólo he pillado al pelotón sino que voy ganando
bastantes posiciones.
Allá que iba yo todo chulo, creyéndome el rey del mundo mientras remontaba posiciones.
Pero la magia no existe, y en el
kilómetro 5 empiezo a flaquear. Llevo muchas carreras a tope y para
ésta no he entrenado bien, no aguanto el ritmo, así que me toca
aflojar. Cojo un ritmo que yo considero “crucero”, 4:50, ritmo
que sin resultarme sencillo debería serme cómodo llevar, pero el
daño está hecho y me cuesta mantener esa velocidad. Sin embargo,
sigo avanzando posiciones y eso me va animando, y creo ver los cielos
abiertos cuando empiezo a ver en las curvas al Presi, Isa, Alberto
Rey y demás gente que corre más o menos a mi ritmo. No sólo eso,
sino que de pronto veo que tengo a tiro a Antonio Carrillo de los
Quijotes, así que hago el esfuerzo y me pego a él.
Antonio es colega y va tirando de mí
bastante rato, de hecho con él consigo terminar la primera vuelta
en, según oigo decir a un compañero que iba con él, 52 minutos.
Estamos en tiempo de terminar la media en 1:44. No es que vaya a ser
mi mejor marca, pero está bastante bien dadas las circunstancias.
Pero pronto se tuercen las cosas, ellos
van a más y yo cada vez tengo menos. Intento curarme tomándome una
“antonia” de las buenas, pero como ya he dicho antes la magia no
existe, y aunque me animan y tiran de mí poco a poco se me van
yendo. Para el kilómetro 14 me quedo solo, y ahí viene mi
hecatombe.
Ha habido carreras en las que lo he
pasado mal: En la maratón sentía las piernas como piedra, en mi
primer triatlón estuve a punto de retirarme asfixiado de calor, en
el Ricote Trail un cambio de ruta de última hora añadió varios
kilómetros y parecía que la carrera no se acababa nunca... Pero en
todas estaba más o menos mentalizado, no recuerdo haber tenido nunca
semejante bajón anímico y moral. Estoy solo, no veo a nadie
conocido, la carrera ya me queda claro que va a ser un desastre...
así que pierdo toda motivación y me hundo. Pero del todo, ya digo
que jamás me había pasado nada así.
Bajo el ritmo a 5 pensando que ya le he
ganado suficientes segundos al reloj y que me vale con aguantar a ese
ritmo para conseguir llegar por debajo de 1:45, pero como ya he dicho
estoy roto del todo, y no consigo ni mantener esa velocidad. Cada
kilómetro es algo más lento que el anterior: 5:05, 5:11, 5:13,
5:17... Tampoco es que pudiera ir más rápido, noto los gemelos
súper cargados, de manera que es una suerte que no pudiera correr
más porque seguro que me hubiera dado un yuyu.
En el kilómetro 17 estoy en las
últimas, y sólo el orgullo y la idea de hacer las 5 medias
maratones impulsan mis pies (porque desde luego ya no es mi voluntad
ni mi ánimo). Los últimos kilómetros se me hacen eternos, porque
además con semejante bajón de velocidad empieza a pasarme mucha
gente, gente a la que unos kilómetros antes yo había adelantado.
Otro golpe a mi ya escasa moral, puesto que suelo terminar las
carreras adelantando y no siendo adelantado (siempre hay alguien que
viene más rápido que tú, pero en general me adelantan menos de los
que yo adelanto).
Para el kilómetro 20 estoy yendo a
5:20, y el kilómetro 21 lo hago a 5:26. Para cuando encaro la meta
no tengo ganas ni de esprintar, apenas sí recuerdo que hay
fotógrafos por ahí y pongo mi cara de “aquí estoy yo”, pero
estoy tan destrozado que seguramente he salido con cara de “por
favor pegadme un tiro para que deje de sufrir”.
Cruzo la meta cuando el crono marca
exactamente 1:48:00. En realidad es una marca bastante buena, una
marca que cuando empecé a correr hubiera firmado sin problemas, y
más teniendo en cuenta que si quitamos el tiempo de retraso el crono
real está por debajo de 1:46, pero dadas todas mis expectativas el
resultado me deprime bastante, especialmente porque hasta el Rayo ha
corrido más rápido que yo, una humillación que jamás lograré
superar.
En el piscolabis me rehago un poco.
Charlo con la gente, como, bebo... Incluso me animo, porque según el
GPS he recorrido 22 kilómetros y 400 metros a una velocidad global
de 4:57 (son varios los comentarios que he oído respecto a que esta
media en realidad tenía unos cuantos metros de más, a lo que hay
que añadir el más o menos un kilómetro que ya llevaba), pero
cuando me estaba rehaciendo un poco viene el remate final: Por
primera vez desde que estoy en el equipo no he entrado en posición
de puntuar. Es un golpe duro, ya que sabía de mis limitaciones de
cara a entrar en un gran club (no soy demasiado rápido, no tengo
carnet de conducir, no me gustan las camisetas de tirantes que suelen
ser la equipación oficial...) y mi única manera de compensar era
resultando útil para el mismo, pero si no consigo puntuar no lo soy
demasiado. Como digo es lo que termina de hundirme, así que me voy
para casa a darme cabezazos contra la pared.
Pero tranquilos, amigos lectores, soy
una persona bastante difícil de deprimir, y en el momento de
escribir estas líneas no sólo estoy recuperado moralmente sino que
no veo la hora de resarcirme y reivindicarme en mi próxima carrera.
A falta de pillar alguna foto de entrada a meta, de momento valga esta de Tato.
De todas formas, aunque para mí la
carrera haya resultado un fracaso el resultado general para el Club
es bastante bueno: El Murciano sigue siendo un extraterrestre, Hurta
ha terminado en tiempo de héroe, Pepito y Curro parecen estar
recuperados, Eco se ha pegado los 31 km y encima marcando un tiempo
en la media que demuestra que está totalmente preparado para correr
la maratón de Madrid en bastante menos de 4 horas, Macu también
parece libre de los problemas que arrastraba, el Zorro sigue
pegándose palizas de coche para luego correr como el viento, Isa
vuelve a subir al podio, Isma ha vuelto... En general creo que la
gente ha terminado con sensaciones positivas.
Ah, claro, y no quiero terminar sin
expresar mi agradecimiento (y creo que en realidad podría hablar en
nombre de mucha más gente) a Tato, Cerni y las mega animadoras, que
estaban ahí en cada calle, cruzando y no parando de moverse y de
animar. Siempre se agradecen ánimos, parece una tontería pero
cuando vas entre aplausos te vienes arriba y aunque no lo parezca
aprietas el paso. ¡¡Que siga así!!
By Laz
Ecelente crónica... y una lección importante: debes utilizar el despertador si quieres una cabezadita antes de una carrera.....
ResponderEliminarLos golpes los hemos sufrido muuuchos... sobretodo cuando acumulas km en las piernas, y cuantos más km, más golpes... pero también más alegrías... y por supuesto la satisfacción de rehacerte y tomarte tu revancha personal... en Almansa fusilas y acabas a 1:43 y solucionado!!
Mi garmin, por si te sirve de algo marcó 21.600. La mia una historia de decepción como la tuya: gracias a mi Garmin y a la "supuestamente" incorrecta medición de la carrera... acabé con 2 minutos más de lo previsto... mi decepción cuando miré el garmin y me decía que debería de haber acabado ya y no estaba por ningún sitio el arco de meta....
A ver si nos lee alguien de la organización y se pronuncia....
Ánimo y a por muchas más.
Gracias por los datos y los ánimos, y sí, a ver si alguien de la organización intenta homogeneizar las distancias. Y que se dejen de tanta camiseta y vuelvan a los calcetines, que las camisetas me aguantan mil años pero los calcetines me los cargo a las pocas carreras!!
ResponderEliminarPD: De todas formas, 500 metros en 2 minutos es a 4 el kilómetro, ¡¡menudo tiempazo!!
jejejeje!
ResponderEliminariba a 1:27 y acabé en 1:29.... el GPS me marcaba todo el rato un ritmo de 4:07-4:06....
¡Hasta la próxima!