jueves, 18 de mayo de 2017

Consejos para empezar a correr IV - Mantenimiento


Ahora que ya llevas un tiempo corriendo, es más que probable que en tu armario se puedan encontrar varias camisetas deportivas, alguna que otra malla o pantalón, varios calcetines, quizá un par de pares de zapatillas, y algún juguetito electrónico relacionado con el deporte. Ahora el objetivo es conseguir que te duren lo máximo posible.

Entre cumpleaños, Reyes Magos, aniversarios, etc, es posible que te haya caído algún regalito relacionado con el deporte, con lo que tu equipación seguramente esté bastante completa. Ahora bien, seguro que dicho equipamiento no te ha salido gratis, así que es más que probable que quieras alargar el periodo de vida de tu equipo todo lo posible. A ver cómo podemos conseguirlo.

Empecemos por lo básico: Las zapatillas. Seguramente ya lo hayas oído, pero si no, aquí va, las zapatillas de correr no, repetimos, NO se lavan. Son auténticas máquinas de ingeniería y por mucho que te apetezca tenerlas siempre relucientes puede ser peor el remedio que la enfermedad. Si acaso las tienes realmente hechas una lástima prueba con un lavado superficial con algún paño húmedo o una toallita de bebé (que parecen tener un efecto mágico en las prendas deportivas), pero ya, nada de meterlas en la lavadora.

También puede ser buena idea el quitarles de tanto en tanto las chinillas y piedrecitas que se quedan entre los dibujos de la suela, sobre todo si son relativamente grandes, para lo cual debería bastar cualquier herramienta casera tipo destornillador que tengas a mano.

Y vamos con la pregunta del millón: ¿Cuándo debo cambiar de zapatillas? ¿Cuánto me pueden aguantar? Pues aquí hay opiniones para todos los gustos. Si te vas a buscar información a las casas oficiales, a los 800 km ya deberías jubilarlas y adquirir otras, alguna marca en concreto incluso te dice que cambies a los 500 km, y raro será el sitio donde te digan que las aguantes más de 1000 km. Algunos corredores veteranos te comentarán que a varias de sus zapatillas les han sacado más de 1200 km, mientras que otro sector afirma no tener en cuenta el kilometraje, sino que simplemente cuando al utilizarlas les duelen las piernas de cualquier modo (ya sean las rodillas, los pies, algún músculo concreto de la pierna, etc) es cuando saben que ha llegado el momento de mirar en las estanterías de las tiendas deportivas. Sea como sea, todo el mundo parece coincidir en que las zapatillas no deben hacerse demasiado viejas ya que con los años la goma y otros materiales se van deteriorando (pero con los años, no te preocupes si te lesionas y tienes que estar 6 meses en el dique seco, que la mayoría de las zapatillas han pasado mucho más tiempo en un almacén), y en que el estado de la suela no debe ser un factor de decisión, ya que puede variar mucho según tu peso y velocidad media y además el aspecto externo no tiene por qué corresponderse con el interno (aparte de otras cosas como que es habitual que alguna de las suelas se desgaste más que su compañera, ya que no somos simétricos y por tanto no pisamos igual con ambos pies).


Terminado el tema del calzado, lo siguiente es la ropa. ¿A que no sabías que hay detergentes especiales para las prendas deportivas? Pues sí, son varias las marcas (incluso alguna de las denominadas “blancas”) que disponen entre su oferta de un producto específico para los tejidos artificiales de la ropa deportiva, de tal forma que combaten especialmente el olor a la vez que minimizan la deformación y pérdida de propiedades del producto. Además puedes ayudar con el programa adecuado de la lavadora, que viene indicado en las etiquetas de la ropa y que se puede resumir en un lavado corto, con agua fría y sin centrifugado. Obviamente este tipo de lavado te supone dos grandes problemas: El primero es que esta opción de la lavadora no es especialmente efectiva con las manchas, así que si por ejemplo te ha caído comida grasienta en una camiseta o tu sobrino ha decidido decorarla con un rotulador, quizá tengas que hacer un lavado más “tradicional”; y luego está el tema de tender ropa que está empapada (recordemos que no la hemos centrifugado), con los problemas que eso te puede generar con tus vecinos si vives en un bloque de pisos. Pero todo sea por alargar la vida y propiedades de tus prendas favoritas.

Y ya que estamos con el lavado, no olvidemos el planchado, que en realidad suele ser sencillo ya que la inmensa mayoría de prendas deportivas debido a las particularidades del tejido no es necesario plancharlas, pero si así fuera, recuerda que se debe planchar del revés y sin mucha temperatura si hay estampados que pretendas conservar.

Sólo quedaría el tema de los aparatos tecnológicos, normalmente algún reproductor de música, teléfono móvil o reloj GPS, y cuyo cuidado básicamente consiste en intentar mantenerlos lo más a salvo posible del sudor. En el caso de teléfonos móviles o reproductores, basta con asegurarse de que el bolsillo o funda para hombro no deja pasar la humedad o sudor (porque no, no todos lo hacen, son varios los modelos que cuando sacas tu móvil tiene la pantalla llena de gotitas). Para los relojes GPS, aunque en principio están pensados para aguantar el sudor, son muchos los veteranos que te dicen que cuanto más sudor les evites mejor, siendo esto tan sencillo como usar una muñequera y colocarte el reloj encima. Si también utilizas pulsómetro afianzado al pecho, aquí la cosa se complica, ya que lógicamente tiene que estar en contacto directo con la piel, pero si en cuanto termines la actividad te lo quitas e incluso lo secas un poco, seguro que te durará más que si no lo hicieras. Y si el reloj es de los modernos, de los que directamente te toma las pulsaciones él sin pulsómetro al pecho, pues obviamente nada de muñequera, a pelo y a ver cuánto aguanta.

Huelga decir que en los dispositivos electrónicos son válidos todos los consejos que seguramente ya conocerás sobre el mantenimiento de la batería de tu móvil o portátil, esto es, desconectar el cargador una vez la carga está completa, etc.

Con estas medidas básicas y alguna otra que se te ocurra, seguro que tu equipo resiste unas cuantas carreras más. ¡Aprovéchalo!

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