jueves, 21 de marzo de 2013

Villarrobledo 2013 (o mi carrera del "no pasa nada")



Llegó el momento, primera media maratón del circuito. Y me había pillado un poco en bolas: sin entrenar, sin haber hecho ninguna tirada larga… Aun así, me gustaría hacerla en 1:45, un ritmo que considero factible. El problema es que encima de no ir demasiado en forma las previsiones no era buenas: Villarrobledo es una carrera fea, todo por un pueblo que, seamos sinceros, no es una joya arquitectónica; el pueblo pasa mucho de la prueba y no hay casi nadie por las calles o animando (excepción hecha del Centro de Educación Especial, que año tras año está ahí dándolo todo); y para colmo ese día se celebraba también la maratón de Barcelona, la media de Murcia, pruebas por Madrid y otros tantos eventos más que hacían que hubiera más bien poca gente apuntada, con lo que había muchas probabilidades de correr en solitario.

Pero no pasa nada, mi compañero de fatigas, Alberto Rey (de DosQuince), estaba apuntado, así que nos pegaríamos otra mítica media maratón en amor y compañía. Hasta que Villaescusa dice lo de “la carrera está en sus manos” sin yo haberlo visto. Cambio rápido de planes.

De nuevo no pasa nada, estoy en un gran club, así que puedo hacer peña y correr con mis compañeros. Pero claro, soy nuevo y no me conozco bien los tiempos de la gente, por lo que no sé quién tiene más o menos mi nivel para ir juntos. Nuevo cambio de planes.

Planeando planeando, a punto ya de alamparme al primero que pillara, la carrera elige por mí: Nada más salir veo al pelotón de mi club, y allá que voy, aunque rápidamente las liebres salen pitando para poder llevar a cabo sus piques y demás (allá van Macu, Zorro, X-Man y compañía, sus insultos mutuos resonando entre las calles), y también muy pronto los pachangueros se quedan descolgados para correr tranquilamente a su bola (allá quedan los lesionados Pepito y Curro). Yo me quedo en el grupo del medio, sólo que el grupo del medio sólo somos el PresiLargo y yo. No pasa nada, por lo que me ha dado tiempo a ver el Presi corre más que yo pero está entrenando, así que debe ir de tranqui y  esa relajación me permitirá ir a su ritmo.

El Presi me comenta que su idea es correr en 1:40, cosa que me asusta un poco, pero no pasa nada, voy con él para hacer más amena la carrera y en cuanto me desfonde me descuelgo y sea lo que los dioses quieran.

Al poco de comenzar adelantamos a Isa, y eso me preocupa, porque yo no corro mucho más que Isa y adelantarle tan pronto significa que llevo un ritmo mucho mayor de lo que en principio me puedo permitir. Pero no pasa nada, ya me dirán las piernas que me pare cuando lleguen a su límite.

De hecho, desde el principio voy notando molestias en los tendones de las corvas. Pero no pasa nada, ya se irán cuando entre en calor. Sin embargo los kilómetros pasan y el dolor no se calma. Ese dolor concreto no me había pasado en mucho tiempo, y me pongo a analizar por qué ahora. Pienso, pienso, pienso, y contra todo pronóstico se ilumina la bombilla: Esta carrera estoy probando las cosas esas negras que dieron como regalo por completar el pasado circuito que nadie sabe seguro si son para los brazos o para las piernas. Voilà! Me paro un segundo, me las bajo, y a los 50 metros el dolor ha desaparecido. Cosa negra rara para brazos/piernas (al gusto) en venta. Baratas.

Entre pitos, flautas y abuelas que te miran con odio porque por tu culpa no pueden cruzar para ir a misa, la carrera avanza, a distinto ritmo según los GPSs del Presi y mío, pero avanza, y tras unos kilómetros se nos acerca otro corredor a preguntarnos por el ritmo. Nos ponemos a hablar y se queda con nosotros, así que con la unión de Rubén de Campillo se forma el trío calavera que hizo casi toda la carrera en modo piña.

 Henos aquí, en amor y compañía, el Trío Calavera en plena forma

Aunque ya no tengo molestias, el ritmo comienza a pasar factura, y empiezo a dejar caer que no voy a aguantar mucho más y que cuando llegue el momento sigan sin mí. Para mi sorpresa, ninguno de mis dos compañeros acepta, y están dispuestos a bajar el ritmo con tal de que sigamos juntos. Ante eso, no puedo sino apretar los dientes y hacer todo lo posible por seguir con ellos sin joderles el ritmo.

Pero llega el punto de inflexión, la parte de la carrera que todo conocedor de la misma odia: Los kilómetros finales, a discurrir entre terrenos desangelados y cuestas poco pronunciadas pero largas. Es mi verdadera prueba de fuego, y admito que lo paso mal, pero mis compañeros siguen insistiendo: No me van a dejar, si es necesario aflojan, que al fin y al cabo tampoco llevamos mal ritmo. Nuevamente, no puedo sino seguir.

La cuestecica se hace eterna, pero finalmente llegamos al arco de salida y completamos la primera vuelta. 50 minutos, parece increíble pero vamos cumpliendo el tiempo objetivo del PresiLargo.

La segunda vuelta es más de lo mismo, pero con más cansancio. La conversación ya no es tan fluida como antes, y en las partes de la carrera en las que hay tramos paralelos ya casi no ves a nadie porque el pelotón se ha estirado mucho.

Yo no me canso de decir que no voy a aguantar y que se vayan, que no quiero retrasarlos, pero ellos siguen sin hacer caso. Además, se nos acerca Kike. Ahora somos cuatro.

Pero los kilómetros no pasan en balde, y el PresiLargo también empieza a acusar el esfuerzo. Nuestros compañeros están más fuertes y se nota, así que como ya nadie se queda solo ellos se van y nos quedamos el Presi y yo para encarar los tramos finales.

Pero no pasa nada, son los tramos finales, y yo de pronto tengo mi resurgimiento. Como tantas otras veces, cuando veo claro que sí lo voy a conseguir me da un subidón. No sólo vamos a conseguirlo, lo vamos a hacer en el tiempo fijado. Con dos cojones.

El que ya no lo tiene tan claro es el Presi, y ahora es él quien me dice que tire porque no quiere retrasarme. Tiene que estar de coña, lleva tirando de mí toda la carrera y realmente se piensa que lo voy a dejar tirado en los últimos kilómetros para ganar algunos segundos. Hemos empezado juntos y terminaremos  juntos, con foto moña entrando en la meta de la mano.

Pese al cansancio, seguimos con el detector de fotógrafos activado, y casi ninguna foto nos pilla por sorpresa, con lo que en prácticamente todas las fotos salimos haciendo el chorra o al menos con la cara “estoy de puta madre, pero date prisa que tengo que volver a desencajar la cara y sacar la lengua para poder respirar”. Por algún motivo que desconozco, los muy cabronazos se han puesto casi todos al final, cuando ya vas fundío y en la foto vas a salir dando pena.

Y así las cosas, encaramos la segunda vuelta del tramo criminal. Ya no hay conversación, ya no hay risas, ahora es sólo dar otro paso más y pensar que cada metro ganado es un metro menos que te queda.

No hay mal ni bien que cien años dure, y finalmente encaramos el arco de meta. Últimos ánimos, planes para entrar juntos, y a por ello. En la meta nos espera José, con su cámara lista para retratar Keniatas, así que allá que pongo mi pose de entrada triunfal en meta directo a cámara. Cuando creo que ya me ha hecho bastantes fotos, estiro la mano para dársela al Presi y descubro que PresiJudas está esprintando a to lo que le dan las patas y ya me lleva cinco metros.

Teniendo en mente algo que no puedo reproducir o nos cierran el blog, aprieto los dientes y tiro dispuesto a vengar esta traición. Las fuerzas no me sobran, pero le voy ganando terreno y eso me da una marcha extra.

Final emocionante y agridulce: La cara, entramos juntos y además en 1:40 hora oficial, así que en tiempo real hemos bajado esa marca. La cruz, la última zancada es del PresiLargo y oficialmente entra antes que yo, además como José todavía no me conoce y no llevo camiseta oficial del club las fotos han sido primeros planos del Presi (supongo que soy la viva imagen de la expresión “No lo conoce ni el Tato”).

Si hubiese llevado el chip en la pierna derecha... ¿quién sabe?

Pero no pasa nada, seguro que en alguna foto salgo, y además el PresiJudas pronto se explica: Al encarar la recta de meta y ver el reloj vio que marcaba 1:39:52, con lo que tiró millas a ver si conseguía bajar de 1:40.

Hemos hecho un carrerón, y toca celebrarlo. Pronto encontramos la mesa donde la élite del club está de piscolabis, y allí vamos recogiendo a los restantes Keniatas, desde Pepito que pese a venir de una lesión ha hecho una marca impresionante hasta Curro que también medio lesionado ha ido a su chano  chano (dicen las malas lenguas que para ver si se encontraba de nuevo con la chica de Bienservida).

El resto es rutina: Isa recoge su premio, los demás atacan la cerveza, cada uno a su casa y el Gran Dios Keniata a la de todos, que he escrito aproximadamente el triple de lo que en cualquier publicación on line consideran “razonable” para textos en internet.

By Laz

Corredores Pertenecientes al CLUB: LOS KENIATAS del 1 al 12 de un Total de 12


Dorsal
Pos.
Nombre
Tiempo Oficial
Tiempo Real
Promedio
Categ.
Pos. Categ.
Control


1186
131
MEGIAS ROMERO, JOSE MANUEL
1.32.42
1:32:34
4,24
SENIOR MASCULIN
25
0.46.37


1110
143
GARCIA GONZALEZ, FRANCISCO JAVIER
1.33.20
1:33:12
4,25
VETERANO C
20
0.46.37


1065
151
GARIJO LOZANO, JUAN
1.33.52
1:33:44
4,27
VETERANO C
23
0.46.24


1682
182
MANCEBO LUJAN, ANTONIO
1.35.42
1:35:42
4,32
SENIOR MASCULIN
34
0.46.24


1450
237
MOLINA PUERTAS, ANTONIO
1.40.00
1:39:51
4,44
VETERANO A
61
0.49.33


1400
238
MUÑOZ MUÑOZ, LAZARO LUIS
1.40.00
1:39:49
4,44
VETERANO A
62
0.49.32


1300
294
SIMARRO HERRAEZ, JOSE
1.43.02
1:42:53
4,53
VETERANO B
63
0.50.34


1204
330
MOLINA JIMENEZ, MARIA ISABEL
1.46.16
1:46:14
5,02
VETERANAS B
3
0.52.14


1262
355
MARTINEZ CALONGE, JUAN RAMON
1.47.53
1:47:45
5,07
VETERANO C
58
0.51.55


1238
378
ALONSO LOPEZ, ALBERTO
1.49.24
1:49:15
5,11
VETERANO A
94
0.53.47


1184
379
GARCIA FERNANDEZ, JUAN
1.49.32
1:49:24
5,12
VETERANO A
95
0.53.47


1284
436
NAVARRO GARIJO, ANTONIO JAVIER
1.54.35
1:54:23
5,26
VETERANO B
91
0.56.40



1 comentario:

  1. Gran carrera, si señor !!!!!!!! La culpa de que saliera de mi el PresiJudas es de Lazaro que tanto me iba hablando del subidon y explosión de adrenalina que me daría al llegar a meta que al ver en el crono 1:39:52 ese subidon me salió por "popa" dandome el impulso necesario para ese sprint final.

    ResponderEliminar