jueves, 2 de mayo de 2013

Casas de Lázaro 2013 (o "Corriendo en casa")


El año pasado descubrí con alegría que en el circuito había una carrera en Casas de Lázaro, así que aunque era un día “raro” (festivo pero entre semana, no en fin de semana como era habitual) allá que fui pues con ese nombre no podía dejar de ir.

Este año ha sido la segunda edición de la carrera, y aunque de nuevo era en un día entre semana (eso sí, festivo) y estaba algo cargado por las muchas carreras seguidas (especialmente la última de Madrigueras, donde fui bastante rápido), de nuevo no podía dejar de ir.

Además, para esta carrera volvía a la competición Juan, el colega que prácticamente me metió en esto de correr, así que teníamos prevista una carrerita tranquila en pareja. En principio a menos de 5, y si luego nos veíamos con fuerzas a tirar un poco más.

No era el único retorno, nuestro intrépido Líder también regresaba tras un breve lapso ausente. Y para terminar de rematar, el Zorro se apuntaba a la carrera pese a haber corrido la maratón de Madrid hacía 3 días (lo cual es a juicio de muchos, yo incluido, una locura, pero...).

La carrera había cambiado un poco con respecto al año anterior, ya que tenía dos kilómetros menos. Mantenía los dos kilómetros de cuesta que todo el mundo mencionaba con miedo, pero yo no recordaba especialmente dura la subida, recordaba mucho peor los kilómetros finales, que precisamente son los que esta edición no iban a estar, así que...

Tras el homenaje a Seve, empieza la carrera, y como estoy bastante atrás me pilla el tapón típico, así que empezamos bastante despacito. Sin embargo pronto el pelotón se va alargando y apretamos un poco, de manera que el primer kilómetro sale a 4:45.

Entonces empieza la subida, y tal y como yo recordaba aunque muchos comentaban que había que tener cuidado no la veo especialmente dura, supongo que porque es al principio y aún tengo fuerzas.

Pronto me voy viniendo arriba, pero Juan hace mucho que no corre y está prudente, de manera que le digo que si le importa que tire y dice que no, así que tiro millas.

Hago los dos kilómetros de subida (con barro y algún que otro reguero de agua) a 5:30, y por el camino me encuentro a Mancebo (al que parece que se le resiste la cuesta) y a Isa, y tras ellos vienen algunos de bajada, en los que cada vez me vengo más arriba (en parte porque he empezado tranquilito y en parte porque quiero hacer un buen papel en “mis casas”), de manera que bajo a 4:34, 4:24 y 4:13.

Entonces viene uno de los puntos de inflexión de la carrera: En el kilómetro 6,5 más o menos el camino se ve interrumpido por un reguero de agua, para algunos una acequia, para algunos el Amazonas, pero el caso es que la práctica totalidad de los corredores metemos al menos un pie entero, en algunos casos más (las malas lenguas dicen que a Macu ha tenido que ir un Ferry a rescatarlo). Algunos como el Zorro han aprovechado para ligar ayudando a pasar a mozas. Y sea como sea impagable la foto de Tato que reproducimos a continuación.


Como yo he metido el pie izquierdo ahora voy bastante incómodo, y encima aparece una cuesta que pese a ser más corta que la del principio a mí se me hace más pesada (supongo que ya no voy tan fuerte como antes). Pese a todo, consigo hacer este kilómetro a 4:55.

Estamos en la recta final, y me vengo arriba del todo. No sé muy bien cómo lo hago, pero me pego el kilómetro 7 a 4 el minuto. Lógicamente eso hace que vaya adelantando a bastante gente, lo cual me anima mucho más, y cuando entramos en el pueblo y nos encontramos un pedazo de cuesta aunque se me hace dura no bajo el ritmo animado pensando en que ya queda muy poco (bueno, en realidad sí bajo el ritmo ya que hago ese último kilómetro a 4:53, pero vamos, que podía haber sido peor).

Estoy en la recta final y empiezo a esprintar, pero hay mucha distancia entre los que llevo delante y detrás y aunque si aprieto a muerte podría pillar al de delante prefiero no machacarme y entrar de espaldas mostrando el nombre que llevo en la camiseta (el del pueblo, lógicamente).

Llegado a meta me encuentro a Pepito, pues resulta que Macu y él han llegado apenas 10 segundos antes que yo (si lo llego a saber igual aprieto más). Además, parece que esta ha sido la carrera de las parejas keniatas, pues al dúo Pepito-Macu se suman las parejas Rayol-Líder y Zorro-Isma (porque huelga decir que el Zorro ha terminado, tranquilito pero eso no le quita mérito teniendo en cuenta los más de 42 km que llevaba en las piernas (y ha aprovechado para volver a hacer fotos y ser un showman durante la carrera)).

El piscolabis está bastante bien, aunque el lugar es lo peor de todo, pues no sé si por el techo bajo o por lo que sea la cosa resulta muy cálida y húmeda, de manera que todos sudamos a chorros. Pero es una excepción, debo decir que la organización ha sido magnífica: Muchas mesas para dar dorsales (con lo que no había colas), suficiente agua en los puestos, comilona final más que decente... Esperemos que siga así.

En los keniatas volvemos a tener jamón, pero yo tengo comida familiar y no me puedo quedar, así que al coche y vuelta a casita, que además hasta Almansa ya no volveré a correr, que tengo las piernas algo cargadas y además algún fin de semana tendré que pasar con la familia, que se me van a mosquear y con razón.

De todas formas, y por si mis compis no se animan a hacer ellos la crónica, intentaré ir poniendo cosillas para que esto no se estanque.


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